Un Concierto Navideño inolvidable

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Por Andrés García

“En nombre de mi delegación agradezco al Gobernador de Risaralda y a la Dirección de Cultura, a todos los participantes por tan maravillosa experiencia. De retorno a nuestro Boyacá con parte de nuestro corazón en esta tierra que nos acogió con tanta bondad y generosidad. Espero volver a encontrarnos en estos espacios que fomentan la construcción del país, a través de lo más hermoso del mundo, la música”, Coro Conalpre. “Agradecemos con nuestro corazón su cortesía. Nos llevamos recuerdos maravillosos de Santa Rosa de Cabal, su calor humano, su tierra bonita. Dios bendiga a todos los organizadores”, Juan Luis Lenni, Nariño.

Estos son algunos de los testimonios recibidos, a propósito del éxito alcanzado en la realización este fin de semana del XXII Concurso Nacional de Villancicos, en Santa Rosa de Cabal, los días 6 y 7 de diciembre. 71 agrupaciones provenientes de Boyacá, Cundinamarca, Tolima, Valle, Nariño, Antioquia, Caldas, Quindío, Casanare y Risaralda (Vocal, instrumental y en condición de discapacidad, infantil, juvenil y obra inédita), atendieron la invitación que la Gobernación de Risaralda les hizo, través de la Dirección Departamental de Cultura y Artes.

Confieso que hubo un momento en el que pensé que no lo íbamos a lograr. Tras consultar personalmente uno a uno de los Secretarios de Cultura de varios departamentos y representantes del sector cultural, un buen porcentaje expresaba su interés frente al evento; sin embargo, aducían que en sus cronogramas locales tenían desde inicio de año un calendario de actividades, propio del tradicional día de las velitas. Las cartas parecían no jugar a nuestro favor. No obstante, la fe en el Concurso y su bello propósito, sumado a un trabajo en equipo con una voluntad inquebrantable de hacer de esta versión la mejor, lo cual – a criterio del exigente publico asistente, el jurado calificador y los concursantes – se logró, fueron el combustible necesario para no ceder un solo milímetro en nuestra intención de regalarle a Risaralda uno de los mejores Concursos Nacionales de Villancicos que ha podido tener en su historia.

Llegaron las delegaciones al municipio de Las Araucarias, arribaron también los jurados y con ellos el ambiente en esta localidad se tornó musical. El municipio turístico de Colombia se transformó en la capital nacional del Villancico. Los rostros de los y las participantes, junto a los de sus familias, así lo confirmaban. Santa Rosa vibró y lo hizo muy alto. Los hoteles y hospedajes fueron escenarios de ensayos y risas, lugares de conversaciones y epicentros del inicio de valiosas relaciones.

Esto es lo que estos procesos culturales crean: Espacios para el hermanamiento de los pueblos, escenarios de reconciliación, diálogo, anécdotas, memoria colectiva acerca de lo mucho que nos une como colombianos. Atrás quedan las diferencias territoriales, los colores partidistas, el de la piel y hasta el incómodo estrato social. El Concurso Nacional de Villancicos no es solo un encuentro musical que honra las tradiciones navideñas y el patrimonio inmaterial. Es un escenario de Paz donde las personas conviven en medio de sus diferencias, sienten y comparten su amor y su talento, aprecian el trabajo del resto de los participantes y, de paso, disfrutan del patrimonio cultural, gastronómico y natural de Risaralda, consumiendo productos locales, reactivando su economía y llevándose a sus sitios de origen la mejor de las imágenes de un pueblo artístico y talentoso como el nuestro.

Estos son algunos de los tantos regalos que la Cultura le brinda a la buena imagen de Risaralda, seleccionado como uno de los cinco departamentos más competitivos de Colombia. La Cultura como renglón fundamental de su economía no es solo poesía. Es una contundente realidad socioeconómica y quedó una vez más demostrado en Santa Rosa de Cabal.

Como lo dije este sábado en tarima: “Esta es la Colombia que necesitamos. Esta es una fiesta nacional de, por y para la convivencia pacífica”. *Director de Cultura y Artes de Risaralda.