OCAD Música, Eje Cafetero

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Por Andrés García

En cierta ocasión, Astor Piazzolla sostuvo: “La música es el arte más directo, entra por el oído y va al corazón. Es la lengua universal de la humanidad”.

En calidad de Director de Cultura y Artes de Risaralda, en representación del Sr. Gobernador Juan Diego Patiño Ochoa, quiero saludar muy especialmente a nuestros delegados del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, Maestro Jorge Sossa, Maestra Dora Corita, al delegado del Ministerio para Risaralda Marino Arboleda y su casa Comarca y de paso agradecerles por escoger a nuestro dpto y al municipio sonoro de Apía, como epicentro de este trascendental Simposio de Fortalecimiento del Sector Musical de la Región OCAD (Órgano Colegiado de Administracion y Decisión) Eje Cafetero.

Abrazo vibrante para las delegaciones de Antioquia, Caldas, Quindío y, por supuesto, Risaralda.

El eco sonoro emanado desde este Simposio que se realiza en Risaralda, resuena en los cuatro extremos cardinales de una bella partitura que nos indica cómo interpretar una composición musical llamada Colombia, vestida con ruana y carril, con poncho y sombrero, guayuco y taparrabo, waireñas y franelas, capisayo e iraca, ponchos y alpargatas, huipiles y plumas.

No basta con oír o interpretar la música. Hay que verla, visualizarla, proyectarla, promoverla, defenderla, preservarla. Como el noble orfebre que pule milímetro a milímetro su obra, su escultura, es menester de quienes sentimos la música generar en este ejercicio de hermanamiento los compromisos y acuerdos necesarios, en pro de su fortalecimiento, a fin de alimentar el universo de propuestas departamentales y regionales que marcan la dorada línea de acción prioritaria para la preservación y promocion del Ecosistema Musical de Colombia, a través de una política pública robusta, sólida, tornasolada, brillante, cadenciosa, sublime.

El Plan Nacional de Música para la Convivencia, es mucho más que un plan. Es una manera de ver y de estar. Es la hoja de ruta que durante más de dos décadas ha iluminado el camino escarpado hacia esa paz que merece el pueblo colombiano. Conceptos como equidad, Inclusión, democracia e interseccionalidad en la práctica musical, son los instrumentos que un ser, dotado de sensibilidad, emplea en su batalla diaria en contra de la indiferencia y la desigualdad.

La música comienza donde el lenguaje termina. Cuando un joven arhuaco utiliza por primera vez su tutusoma, se compromete a resguardar el equilibrio y la armonía de la montaña. Los invito a que en calidad de cancilleres de la aritmética de los sonidos, continúen siendo fieles guardianes de este patrimonio nacional, un baluarte que, con sus semillas musicales, cosecha notas de Paz. Cada uno de nosotros, es todos los demás. (Saludo de bienvenida). Director de Cultura y Artes de Risaralda.