Como una de esas gratas sorpresas con las que la vida nos alienta continuamente, sin programarlo – al menos conscientemente – surgió un gran reencuentro con una persona a la que admiro y aprecio en extremo. Ella, una mujer de la academia, la educación, la cultura y las artes, venía acompañada por un caballero a quien al saludar lo delató ese marcado acento mexicano, proveniente de Puebla, pudiendo percibir la amistad que les unía.
Se trataba de Amelia Restrepo Hincapié, oriunda de Santa Rosa de Cabal, Presidenta de la Academia Colombiana de Historia, Literatura y Arte, recientemente homenajeada en el Paraninfo de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), por sus valiosos aportes a la poesía, la escritura y laeducación en Colombia, quien me extendía sus brazos en señal de afecto al tiempo en que le decía a su ilustre acompañante de faenas poéticas: “Ustedes dos deben de sentarse a conversar, antes de que regreses a México”. Ese mismo día acordamos compartir un Café Especial de Colombia para un encuentro muy especial en Colombia. Colombia y México unidos por medio del amor que muchos profesamos por la literatura universal.
De Amelia – una mujer “llena de poesía en sus pulmones” como se autodefine – no dejará de sorprenderme su continua capacidad de aporteintergeneracional. Como un manantial que refresca al alma, su vida es testimonio permanente de servicio a los demás, más allá de los círculos de lectura y escritura que fomenta y realiza, allanando – sin asomo de incomodidad – el corazón de quienes tenemos la fortuna de conocerla. ¡Nuestra región está en deuda con Amelia! Bien valdría la pena hacerle un merecido reconocimiento público a su vida y obra, por qué no a la altura del mismo que el hermano pueblo mexicano le hiciera semanas atrás.
El ilustre personaje que la acompañaba era nada menos que Don Abel Pérez Rojas, poeta, comunicador, académico y gestor permanente de espacios de educación – presenciales y virtuales – en toda Latinoamérica. Director General de sabersinfin.com Pérez Rojas lidera una plataforma que diariamente convoca talentos de diferentes países para analizar y disertar, con profundo calado académico, acerca de temas tan variados como la misma cosmogonía del ser humano.
Un ilustre visitante recorría el Eje Cafetero Colombiano, de la mano activa y curiosa de la Dama de las Artes y la Cultura, identificando escenarios, dialogando con personas, compartiendo aprendizajes y, por qué no, visualizando proyectos literarios y culturales que contribuyan al hermanamiento de nuestros pueblos.
Con México no solo compartimos la música. La obrade Don Juan Rulfo, uno de los grandes Maestros de la narrativa hispanoamericana, aterriza en la realidad colombiana quizá como el universo literario de nuestro Nobel Gabriel García Márquez lo hace, al describirmagistralmente la vorágine de las emocioneshumanas, vigente en cualquier punto de nuestra América Latina donde lata un corazón. www.infinitepowertraining.com
