Por Andrés García
El pasado jueves 14 de marzo fue presentado en Bogotá el nuevo Plan Nacional de Cultura “Cultura para el cuidado de la diversidad de la Vida, el Territorio y la Paz” con enfoque biocultural, la ruta de política cultural, abierta y plural, para los próximos quince años, la cual está fundamentada en tres campos: Diversidad y Diálogo Intercultural; Memoria y Creación Cultural y, por último, Gobernanza y Sostenibilidad Cultural.
El Gobierno Nacional, en el marco del Plan de Desarrollo “Colombia, Potencia Mundial de la Vida”, ha promovido el nacimiento de este tercer momento cultural histórico para el país. Como bien recordarán, el primero fue la creación de la Ley General de la Cultura y del Ministerio en 1997. Un segundo hito fue, sin duda, El Plan Nacional de Cultura 2001 – 2010 “Hacia una Ciudadanía Democrática Cultural” que reconocía la relación entre lo político y lo cultural y ahora en 2024 el nuevo Plan Nacional de Cultura 2024 – 2038, un enfoque biocultural que impulsa el reconocimiento y la protección de la inmensa diversidad cultural y biológica de los territorios.
Por espacio de cinco años con la sensibilidad y generosidad que caracteriza al sector y alrededor de 94.310 aportes de ciudadanos, agentes culturales, de manera física y virtual, acogieron el llamado del hoy Ministerio de Las Culturas, Las Artes y Los Saberes – que de la mano de un puñado de calificados expertos – recogió los aportes realizados para incorporarlos en conceptos de suma relevancia y pertinencia, “Planteando la necesidad y la posibilidad de alcanzar una justicia social cimentada en el reconocimiento y en una nueva mirada ética. También de hacer que la sociedad adquiera una verdadera conciencia sobre el impacto que generamos los humanos en el planeta”,según lo afirma el Ministro de Cultura Juan David Correa.
Justicia social bajo una mirada ética, infraestructuras culturales por y para la comunidad en un territorio mega diverso, gobernanza cultural, cultura de la paz, economías solidarias y populares en lugar de economía naranja, son – entre muchos otros – algunos de los conceptos que el nuevo Plan Nacional de Cultura sugiere y que, como corresponde, deberán ser acogidos e implementados por las administraciones departamentales y municipales y la ciudadanía en general, si en verdad queremos garantizar los derechos culturales de las poblaciones. *Director de Cultura y Artes de Risaralda.
