Tras el triunfo del Deportivo Pereira tuve ocasión de viajar unos días por fuera y visitar Villa de Leyva en Boyacá, en compañía de un grupo de familiares y amigos. Hacía varios años que había tenido la oportunidad de estar en la provincia de Ricaurte, a tan solo 40 kilómetros de Tunja. No deja de sorprenderme ese bello departamento, poseedor de tan inolvidables paisajes como buenas vías de infraestructura y poblaciones de ensueño, los cuales invitan a apreciar cada espacio recorrido.
Y es que Boyacá, y en particular Villa de Leyva, no solo representa historia, arquitectura, patria, tradición, artesanías, turismo de naturaleza y excelente gastronomía. Este departamento ubicado hacia elnororiente de Bogotá es hoy sinónimo de turismo de calidad, con un muy buen aprovechamiento de sus capitales naturales, arquitectónicos y culturales.
A su belleza integral se le suma su visión turísticainternacional. Villa de Leyva es, sin dudas, una población que bien vale la pena conocer, recorrer, volver a visitar y, por qué no, emular sus buenas prácticas. ¡De lo sencillo construyen lo grande!
Bastaron dos noches y tres días para re confirmar por qué esta emblemática población boyacense se ubica en uno de los destinos por excelencia para propios y extranjeros. Infraestructura hotelera típica, restaurantes criollos e internacionales, comercio con productos artesanales con sello tipo exportación, a precios accesibles, casas coloniales, zaguanes inspiracionales y bulevares de ensueño en excelente estado y en servicio – que evocan tradición y sentido de pertenencia por la historia de nuestra independencia – son, entre otros, elementos bien aprovechados supremamente ganadores al momento de identificaruna apuesta turística de carácter mundial, a la altura de destinos como Cartagena de Indias, Cuzco en Perú, San Miguel de Allende en México o Salvador de Bahía en Brasil.
¡El Eje Cafetero colombiano tiene todas las condiciones y hasta más! Posee la belleza necesaria y suficiente para consolidarse como destino turístico mundial por excelencia. Integrar la oferta de los departamentos que lo conforman, promocionarlodesde la complementariedad de sus productos y servicios, creando circuitos destino – que conlleven a que los visitantes pernocten varias noches en la región – no solo elevaría su actual calificación sino que contribuiría a la generación de más y mayores ingresos, en un renglón de la economía que como el turismo genera más empleo y progreso, círculovirtuoso de altísimo beneficio, como hoy sucede en Boyacá.
La región debe aprender de aquellos que saben hacer turismo de calidad y no de pasadía, de quienes promocionan el territorio en una sabia combinación de tradición, patrimonio arquitectónico, religioso, destino deportivo, con municipios hermosos, gastronomía típica, aviturismo y naturaleza única. La actual temporada de vacaciones y el 2023 debenconsolidarse como el escenario para hacer del Eje Cafetero el principal destino turístico nacional. ¡Tenemos con que!
