Por Andrés García
Hace cinco milenios nació un artefacto único, liberador, transformador, provocador, guardián de la memoria, inspirador, revelador, acompañante y amigo, el libro. Con él, desde los egipcios – pasando por Alejandro Magno, Cleopatra, las primeras librerías, talleres de manuscritos y las hogueras donde muchos de estos fueron quemados por ir en contra de las creencias religiosas – hasta los tiempos que corren, como el hallazgo de los laberintos subterráneos en Oxford, este ha acompañado y descrito la historia de la humanidad, por medio de variados géneros.
Uno de los más apasionantes en mi concepto el novelístico, el cual surgió en la Edad Media procedente de los relatos épicos y narrativos en verso de la antigüedad y más recientemente a partir del Renacimiento y la época de la Ilustración.
Su raíz etimológica italiana es novella, que traduce noticia. Y es que la novela es ese universo apasionante a través del cual los seres humanos podemos conocer a otras personas – desde un asesino, un prócer, un ladrón, un santo, una prostituta, un líder o un antisocial – sin la necesidad de juzgarlo. El género nos permite habitar al otro sin que la guillotina social de la censura moral se interponga ante la humana posibilidad de comprenderlo, así no compartamos su actuación.
Las novelas narran lo que el periodismo no. Mientras el segundo se circunscribe a los hechos probatorios del evento, la objetividad, la contundencia de los hechos fácticos, la novela se sumerge por entre los laberintos de la personalidad de sus protagonistas, sus emociones, sus orígenes complejos, llevándonos por ende a conocer y comprender qué hay detrás de sus actuaciones.
¿Por qué Rodion Raskolnikov (Crimen y Castigo de Fiódor Dostoyevski) asesina a una usurera y luego es atormentado por la culpa? o ¿Cuál es la explicación del origen del odio hacia el médico y la decadencia de Macondo? (La Hojarasca de Gabriel García Márquez), todos estos elementos narrativos complejos de abordar en otros géneros literarios.
La convocatoria que abrió la Gobernación de Risaralda, a través de Cultura, para participar en la segunda edición del Premio Departamental de Novela Bernardo Arias Trujillo, se constituye en esa gran oportunidad literaria para que nuestros escritores y escritoras risaraldenses expongan sus trabajos narrativos y enriquezcan con su talento las artes y la memoria viva del departamento.
También es la ocasión para que la comunidad lectora, local, regional, nacional e internacional, conozca el talento de estos héroes y heroínas de la pluma que con su labor enaltecen, preservan y promueven el patrimonio cultural de Risaralda.
Quizá la novela sea el camino más indicado que la sociedad actual deba contemplar para salir de ese ostracismo creado por el ego, poder habitar al otro y hallar puntos de acuerdos para avanzar como sociedad.
Más diálogo, menos odio. “Debemos desarrollar la capacidad de imaginar al otro, máxime si piensa distinto a mí”, Juan Gabriel Vásquez (Novelista colombiano, premio Alfaguara 2011).
Director de Cultura de Risaralda.
